El 22 de noviembre escribíamos que "el Reino Unido incrementará su asistencia militar a Ucrania, desplegando tropas adicionales y un buque de la Royal Navy (RN) para defender (¿ahora?) a los ucranianos, su territorio, su forma de vida. El buque a enviar será el HMS Echo, un buque hidrográfico de la Marina Real con una tripulación de 72 marinos". En algún momento del año próximo la RN dejará el buque desplegado en el Mar Negro para demostrar su (al menos simbólico) apoyo a la libertad de navegación en esa región. Por el momento se sabe que el día 17 del presente mes de diciembre el HMS Echo entró al Mar Negro "en visita". Lo hizo en el marco de acuerdos celebrados entre Ucrania y Gran Bretaña el 21 de noviembre del corriente año durante una visita a Londres del Ministro de defensa de Ucrania Stepan Poltorak. El día 19 de este mes el buque hidrográfico llegó al puerto de Odesa, la tercera ciudad más populosa de Ucrania.

 

Recordemos que el ex jefe de de la Royal Navy, Alan West, afirmó que "si las cosas se están calentando en el Mar Negro, no es una buena idea enviar a un lugar peligroso un barco que no sea capaz de protegerse a sí mismo". El HMS Echo fue botado en marzo del 2002 y fue diseñado para llevar a cabo una amplia gama de trabajos de investigación - incluido el apoyo a las operaciones submarinas y anfibias - a través de la colección de datos oceanográficos y batimétricos. Debido a sus características de buque multipropósito también está equipado para apoyar la guerra de minas y operaciones anfibias. Para asegurarse de que pueda operar en cualquier entorno, posee armamento. Éste consiste en cuatro ametralladoras de uso general, dos o tres ametralladoras Minigun y uno o dos cañones de 20 mm. También puede y suele llevar un pequeño destacamento de Royal Marines.

 

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En diciembre, con la llegada de la Navidad y del Año Nuevo, los días se vuelven un tanto sobrecargados de trabajo, en la oficina es necesario hacer una relación de las cosas importantes que se deben cerrar en el mes, como contratos y proyectos, a fin de empezar enero de la mejor manera y con cierto orden. Además, hay que hacerlo con anticipación necesaria ya que en muchas empresas estos días de fiesta son de vacaciones y es mejor terminar ciertos pendientes a fin de no interrumpir esos días de descanso.

 

Esto nos puede ayudar:

 

        Revisar los contratos a fin de negociarlos o cerrarlos, es fin de año.  Igualmente, si hubieran proyectos, tratar de terminarlos.

    

        Buscar personal de reemplazo o dejar a algún compañero que no tomará vacaciones algún pendiente que requiera respuesta.

        

        Limpiar el escritorio, ordenar y organizar los papeles, de tal manera que el retorno en enero sea más relajado.

 

        Revisar la agenda y escribir lo necesario sobre los temas que quedaron pendientes.

 

        Organizar las vacaciones, a fin de aprovechar de la mejor manera estos días de descanso.  Y si hubieran temas que tratar en estos días, de preferencia poner un horario para revisar el correo y responder; la idea es tener tiempo para el recogimiento y luego descansar, desconectarse, renovarse y sobretodo compartir con nuestros seres queridos.

 

 

 

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El pasado mes de septiembre un buque de la Guardia Civil española "presenciaba" a corta distancia la salida al mar de un submarino británico de propulsión nuclear de la Clase Trafalgar desde la base británica de Gibraltar. El submarino era escoltado en su partida por una patrullera de la Marina Real británica. Los ingleses aseguran que el buque español no respetó el perímetro de seguridad que se había establecido alrededor del submarino, nave capaz de portar misiles crucero con ojivas nucleares. Tras algunos avisos la patrullera inglesa disparó una bengala de advertencia hacia la nave de la Guardia Civil.

 

El pasado viernes 14 de diciembre, a semanas del hecho anterior, una nave española comenzó a seguir al submarino de ataque británico HMS Talent mientras éste abandonaba la base británica en Gibraltar. La nave española habría abandonado la persecución al acercarse a la misma una pequeña nave británica con base en el peñón. Así lo informó el tabloide sensacionalista The Sun aunque hasta el momento no pudimos verificar el hecho. La noticia fue rápidamente recogida por el medio ruso Sputnik International. Sputnik suele dar cuenta de las actividades de los submarinos británicos que recalan en el peñón. 

 

Con un Brexit complicado la cuestión Gibraltar vuelve al tapete. Si bien reprobamos las actitudes a menudo riesgosas que suelen adoptar los españoles al participar de estos incidentes, no podemos negar que su tesón respecto a sus reclamos en torno a la colonia británica despierta en nosotros simpatía y solidaridad.

 

Hace exactamente hace dos años escribíamos: "Una de las versiones que sonaron con más fuerza por esto días es que en dos años la Royal Navy (RN) podría quedarse sin misiles antibuque. En el 2018 (aparentemente por entones se vencen) los Harpoon serían retirados sin reemplazo. Un paliativo que surgiría recién en el 2020 serían los misiles antibuque livianos Sea Venom que sería portados por los helicópteros Wildcat. Los Sea Venom son eficaces contra buques menores, hasta el tamaño de una corbeta. Aún así se correría el riesgo de que el helicóptero que intentara dispararlos fuera derribado antes de poder hacerlo. Entre tanto la Royal Navy sólo dispondría de cañones en sus destructores y fragatas".

 

La permanencia de los Harpoon en la Marina Real británica fue extendida inicialmente hasta el 2020 y finalmente hasta el 2023, aunque no nos consta que se haya hecho algún trabajo sobre los mismos para extender su vida útil de modo que ponemos en duda su utilidad. Además la versión de los Harpoon que posee la Royal Navy es obsoleta y su alcance se volvió corto comparado con otros misiles de su tipo.

 

El problema es que el reemplazo que se está desarrollando para los Harpoon (y los Exocet franceses) - el programa franco-británico Future Cruise/Anti-Ship Weapon (FC/ASW) - no estaría listo antes del 2030 y surgieron obstáculos de naturaleza diversa en el avance del proyecto. Se resaltó la necesidad de una alternativa para cubrir la capacidad antinavío entre el 2023 y el 2030 pero no hay fondos presupuestados para satisfacer tal propuesta. Es posible, podríamos decir que probable, que durante un lapso de al menos siete años la RN no cuente con misiles capaces de hundir fragatas y/o destructores.

 

 

En nuestro artículo de ayer sobre los problemas financieros que atravesaba el presupuesto de Defensa británico escribíamos: "El costo total de diseñar, construir y operar los submarinos Clase Dreadnought a lo largo de toda su vida útil ascendería a 100 mil millones de libras, es decir, unos 126.000 millones de dólares. Es probable que la cifra final sea bastante mayor." No fue una afirmación caprichosa, está basada en datos concretos y en proyecciones que se desprenden de la diferencia entre el costo previsto versus el costo final de otros programas como el de los submarinos Clase Astute, el de los portaaviones Clase Queen Elizabeth e incluso el de los por demás problemáticos destructores Type 45. En el caso de los submarinos Clase Astute también hubo importantes demoras en el desarrollo y construcción, demoras que se siguen acumulando.

 

De hecho la Clase Dreadnought ya parece irremediablemente condenada a las demoras. La Marina de los EE. UU. y la empresa General Dynamics Electric Boat, subsidiaria de General Dynamics Corporation, se han encontrado con un problema en el programa de submarinos de misiles balísticos de la clase Columbia que deberá reemplazar a la Clase Ohio en la Armada de los Estados Unidos.

 

Se detectaron soldaduras defectuosas en varios tubos de misiles fabricados por el subcontratista BWXT, Inc. No está muy claro cuál será el impacto en el programa de la Clase Columbia, si hay bastante coincidencia en que los defectos afectarán a los SSBN de la Clase Dreadnought británica, que llevará los mismos tubos de misiles que la Columbia. Esta novedad se ha hecho pública en agosto del corriente año 2018

 

 

Diciembre, es el mes de la Navidad y muchas empresas comienzan a organizar sus actividades de fin de año con el fin de agradecer a sus colaboradores y medir el pulso del ambiente laboral. Entre las actividades preparadas suele estar la entrega de premios para destacar el rendimiento de una persona o equipo de trabajo en base a las metas que han cumplido.

 

Los responsables deben tener claro qué quieren premiar: puntualidad, mejor empleado, mejor vendedor, etcétera. Por otro lado tienen que escoger un regalo acorde a la premiación ya que esta parte de la reunión siempre causa expectativa por parte de los concurrentes.

 

Les comento que participé de una premiación que nos causó - a más de uno - sorpresa y sonrisas, incluyendo al premiado. El caso es que eligieron como mejor empleado a un colaborador que había sido suspendido de sus funciones sin goce de haber por tres días, quien además tuvo que revisar y chequear sus informes trabajando muchas horas extras ya que el Directorio le ordenó la revisión total de su área. El premio fue un diploma de cartulina que tampoco alegró al premiado.

 

Después de ver esto, les recomiendo que al premiar hagan una una selección real y acorde con lo que sucede en la empresa, de tal manera que el personal logre sentirse valorado. En el caso concreto que les comento el premiado sintió que el premio fue una broma o que cumple un buen trabajo y que el mismo no es valorado.

 

 

El costo total de diseñar, construir y operar los submarinos Clase Dreadnought a lo largo de toda su vida útil ascendería a 100 mil millones de libras, es decir, unos 126.000 millones de dólares. Es probable que la cifra final sea bastante mayor. Eso explica por sí mismo por qué seguir adelante con el programa es demencial. Pero eso es apenas el comienzo.

 

Hace algunos días el segundo portaaviones Clase Queen Elizabeth prendió sus motores por primera vez. Si se decide ponerlo en servicio el problema de la falta de marineros - especialmente de los más calificados - se agravará a extremos insostenibles. Ya hay buques de escolta que no navegan por falta de tripulantes. Además algunos destructores Type 45 no navegan porque no pueden, deberán ser repotenciados y el precio deberán pagarlo los contribuyentes británicos. Por otra parte en cuatro años los buques de escolta británicos necesitarán nuevos misiles antisuperficie o se convertirán en naves de escaso valor militar, en especial teniendo en cuenta la escasa autonomía y capacidad de portar armas de los aviones F-35B.

 

Ese es otro problema. La RAF quiere comprar la variante "A" del Joint Strike Fighter (JSF) y la Royal Navy quiere que se complete la cantidad de 48 aparatos de despegue corto y aterrizaje vertical. (STOVL). Ya hay rumores de roces entre los mandos de las dos fuerzas por ese motivo. El Reino Unido es dueño de apenas una docena y media de F-35 y todos son de la variante STOVL.

 

Están en proceso de compra más JSF pero también se adquirieron o se están adquiriendo costosas aeronaves antisubmarinas; se inició las construcción de las fragatas Type 26 y el desarrollo de las Type 31. Ambas clases reemplazarán a las Type 23 pero todavía no se tomó la decisión de vender ninguna de estas últimas. De todos modos las primeras Type 23 que podrían ser vendidas no fueron sometidas a la actualización de sus sistemas de propulsión y se pretende quitarles parte del armamento para emplearlo en otras naves. Su valor de reventa será relativamente bajo. Los que podrían aportar algún dinero extra son los buques de asalto anfibio pero el Ministerio de Defensa londinense ya dijo que no los venderá. Por ende tampoco disolverá el cuerpo de Royal Marines.

 

No es todo, hay más: programas de drones y de blindados, la terminación de la problemática y costosísima Clase Astute, la necesidad de dar mantenimiento (caro y peligroso) a los submarinos que ya están en servicio, la urgencia de hacer algo con los submarinos dados de baja (algunos aún tienen sus combustible radiactivo) y una muy larga lista de etcéteras. El que cree que todo eso es sostenible es un iluso.  

 

 

El presupuesto de Defensa británico estaba al borde del abismo y el ministerio del área (MoD) dio un paso al frente. Habíamos adelantado que los británicos planeaban mantener el ritmo de construcción de la retrasadísima y sumamente problemática Clase Astute (SSN - submarinos de ataque) y proseguir a ritmo sostenido con el programa de los Dreadnought (SSBN - submarinos portadores de misiles balísticos nucleares). El Ministerio de Defensa londinense acaba de anunciar una inversión (extraña inversión) de 400 millones de libras (504 millones de dólares) para continuar con el proyecto Dreadnought y abrir una academia para el entrenamiento de operarios que trabajan en los programas de ambas clases de submarinos, de BAE Systems. 

 

En nuestro artículo del 18 de mayo de este año GRAN BRETAÑA SIGUE TOMANDO RIESGOS Y CONSTRUIRÁ EL SÉPTIMO SUBMARINO CLASE ASTUTE (geoestrategia.webnode.es/news/gran-bretana-sigue-tomando-riesgos-y-construira-el-septimo-submarino-clase-astute) afirmábamos : "Según la propia National Audit Office (Oficina Nacional de Auditoría) británica el plan de equipamiento para la Defensa de 10 años de Gran Bretaña es inasequible, con una brecha de financiamiento entre £ 4,9 mil millones y £ 20,8 mil millones, aunque ahora ya se habla de hasta £ 29,52 mil millones (unos 39.770 millones de dólares). Si bien somos de los que creen que un rojo discreto en un presupuesto de Defensa es un hecho aceptable, los británicos están jugando con fuego y lo hacen con una temeridad irresponsable."

 

El presupuesto en el que se basaba la afirmación de la NAO no incluía el desarrollo y construcción de las fragatas Type 31 así que reiniciar ese programa, automáticamente incrementaría ese déficit escalofriante. El MoD británico dio otro paso al frente. Tres equipos, liderados por la infaltable BAE Systems, Babcock y Atlas Elektronik UK han sido seleccionados para competir entre sí con el fin de presentar un proyecto para la construcción de cinco fragatas por 1.250 millones de libras (1.575 millones de dólares). A cada grupo se le acaba de adjudicar un contrato por un valor de hasta 5 millones de libras para financiar la siguiente etapa de desarrollo. El MoD pretende que el primer buque sea entregado en el 2023, bien dentro del lapso en que la Royal Navy debería estar resolviendo su déficit galopante.

 

Entre tanto Argentina - en lugar de presionar por Malvinas y otros archipiélagos del Atlántico Sur en poder de los británicos - hace concesiones a Londres y a los kelpers, a pesar de que Theresa May (en medio de todos sus problemas por el Brexit) llegó a Buenos Aires vociferando a todo volumen que Gran Bretaña no cambió su postura sobre la soberanía de Malvinas. Argentina en lugar de procurar una necesaria recuperación de sus Fuerzas Armadas, compra sistemas contra drones y programas de computación para recolectar y analizar información de bases de datos públicas, privadas y de redes sociales para proteger a funcionarios extranjeros. ¿Y el mandato constitucional de proveer a la defensa común? ¡Bien, gracias! 

 

 

Hemos escrito que el conflicto ruso-ucraniano no es apto para ingenuos pero hay quienes quieren distraer la atención de su verdadera naturaleza con explicaciones excesivamente complejas o se quedan con los detalles sin ver la característica global del mismo.

 

Según algunos la imagen de Vladimir Putin se vio algo deteriorada por algunos aspectos de la coyuntura económica rusa pero el líder de la Federación de Rusia es un hombre que cuenta con el apoyo de las élites rusas y en buena medida de la población en general. Sus aspiraciones parecen ser más de poder y de expansión territorrial. La reconstrucción del imperio ruso sigue siendo un anhelo de muchos.

 

El presidente de Ucrania Petró Poroshenko también se beneficia con el conflicto. En un momento de debilidad política el conflicto le vino como anillo al dedo para declarar el estado de sitio y fortalecer su postura con esa medida extrema.

 

En 1994 los Estados Unidos de Norteamérica, el Reino Unido de Gran Bretaña y la Federación de Rusia firmaron un acuerdo con Ucrania por el cual los tres países garantizan la unidad territorial ucraniana a cambio de la renuncia por parte de Kiev a las armas nucleares. El Reino Unido tiene un tremendo rojo fiscal en su presupuesto de defensa y no quiere dar un paso atrás en sus descabellados planes de rearme. La amenaza de un conflicto en el este de Europa ayuda a "justificar" un gasto que hace temblar a algunos de los encargados de custodiar las arcas británicas.

 

El panorama en los Estados Unidos es aún más retorcido. A pesar de la imagen que transmite o que otros quieren crearle, Donald Trump es un político hábil. No es que no tenga defectos y si bien su pasado personal no es ejemplar se ganó el apoyo de muchísimos católicos y algunos grupos protestantes como gran contrapeso frente a la siniestra figura de Hillary Clinton. Como precandidata demócrata ella promovía al aborto y al asesinato de bebés. Hay que complicarle la existencia a Trump y ésta podría ser una buena oportunidad. La industria bélica estadounidense también necesita conflictos para justificar sus proyectos demenciales y ya no queda mucho por bombardear en Irak, Afganistán y otros países. China queda un tanto lejos y tiene misiles capaces de destruir portaaviones desde tierra. El conflicto ruso-ucraniano está servido en bandeja.